Las Tic´s y el Proyecto Aula


En la vida cotidiana, al igual que en el campo educativo, las tecnologías de la información y comunicación (TIC) juegan un papel relevante. Su utilización se convierte en algunos contextos, en una estrategia de supervivencia. Frente a las demandas sociales y educativas actuales, los docentes y los estudiantes deben utilizar las tecnologías para realizar las tareas académicas bajo la expectativa de que estas herramientas redundarán en la calidad de la formación. Existen muchos estudios que confirman que las TIC pueden facilitar la enseñanza y mejorar tanto el proceso, como los resultados del aprendizaje. Sin embargo, también se han documentado bastantes experiencias en los que se demuestra que el uso de las TIC en los procesos educativos y en concreto las prácticas de enseñanza, lejos de generar mejoras en el aprendizaje y en las interacciones sociales en el aula física o virtual, continúan reproduciendo esquemas didácticos y pedagógicos ineficaces, centrados únicamente en la transmisión, la adquisición y la repetición de conocimientos. Es común encontrar casos en la educación formal donde se incorporan -en el diseño de los cursos y en el mejor de los casos del currículum-, el uso de software especializado, herramientas de internet para la gestión de la información, plataformas para distribuir contenidos, simuladores, material multimedia, blogs, wikis, marcadores sociales y otras tecnologías de la web 2.0, pero los resultados del aprendizaje de los estudiantes no reportan mejoría y los problemas que enfrentan tanto el docente como el estudiante son los mismos. En otras palabras, se hacen cambios pero todo sigue igual. Es aquí donde se puede recurrir al aforismo de Giuseppe Tomasi di Lampedusa, autor italiano del siglo pasado, quien afirmaba que “si queremos que todo siga como está, hay que cambiar todo”. La discusión sobre el uso de las TIC como estrategias de mejora e innovación en los procesos de enseñanza y aprendizaje ya no se centra en su inclusión o exclusión en el aula, sino en su selección y su uso eficiente y racional. Hoy en día, el verdadero reto de los docentes no es utilizar las TIC en el aula, sino aprender a convertirlas en herramientas que generen experiencias innovadoras de aprendizaje y dinámicas significativas de interacción social, tomando en cuenta las potencialidades y limitaciones de cada tecnología, las condiciones del contexto en el que serían utilizadas y sobre todo, los resultados a lograr en la formación de los estudiantes. En suma, los argumentos aquí expuestos invitan a la siguiente reflexión:
¿De qué manera, como docentes y académicos, podríamos aplicar de manera creativa las TIC para detonar las diferencias y evitar a toda costa caer en el riesgo de reproducir la máxima de Lampedusa?